Este proyecto crea un mundo de fantasía postapocalíptico, donde, tras un ambiente, los minerales y metales cobran vida y se fusionan con la naturaleza. Bosques de plata, criaturas de obsidiana y flora de cuarzo crean un ecosistema fantástico donde lo orgánico y lo inorgánico se confunden. La narrativa, inspirada en el cambio climático y la explotación de recursos, invita al espectador a ser parte de esta historia y entrar en un mundo que lo saca de su realidad, al mismo tiempo que reflexiona sobre una crisis actual.